jueves, 15 de octubre de 2015

LA LEYENDA DEL VIAJERO ANÓNIMO

Cuenta la leyenda que un viajero anónimo salió de su casa sin rumbo fijo a descubrir el mundo. Cruzó países, desiertos y montañas, conoció personas y lugares increíbles, comió y probó todo aquello que el lugar le ofrecía y por supuesto se comunicó con toda persona con la que se cruzaba. Aprendió muchas cosas de todos los sitios por donde iba, incluso conoció idiomas muy curiosos y creencias extrañas. En su viaje encontró pueblos pequeños, ciudades, gente sencilla, sabios, paisajes extraordinarios, climas muy diferentes, gente nómada, personas de todas las razas, lluvia, calor, viento y tantas y tantas cosas. El viaje le llevó 3 años y simplemente llevaba consigo en su mochila algo de ropa, un poco de comida que iba consiguiendo, un sencillo amuleto de la suerte, su documentación y alguna que otra cosa que le servía de ayuda en algún apuro. Cuando por fin regresó a casa se encontró que su abuelo estaba muy enfermo y le quedaba muy poco tiempo de vida. El abuelo le pidió al nieto que le contara su viaje, le quedaba muy poco tiempo de vida quería saber qué cosas le habían sucedido. Tras una larga charla del chico contándole al abuelo de sus aventuras le preguntó:
-Y dime ¿Qué es lo que has aprendido de todo tu viaje?
A lo que el nieto le respondió:
-Muchas cosas, he aprendido a conocer a las personas, a respetar sus costumbres, a tolerar sus conductas, a adaptarme al medio, a ser parte integrante de todo, a valorar las pequeñas cosas y los momentos breves, a desvalorizar lo material, a disfrutar del silencio y del ruido, a entender los ciclos de la Naturaleza, a entender y a hacerme entender, a escuchar, a mirar el cielo, a comprender la oscuridad del Universo, a leer en las estrellas, a valorar una sonrisa, a....
Entonces el abuelo lo interrumpió:
-Vaya, si que has aprendido cosas. Hace rato que no te escuchaba porque me perdí en alguna cosa de esas que me decías. Tengo que felicitarte por todo lo que te has traído a casa, es muy importante. No obstante no creo haber escuchado que dijeras que has encontrado "el amor". Y no me refiero a una chica, no. Me refiero a tu amor interior. Y puede que lo hayas encontrado pero mientras invertías el tiempo en conocer lugares, personas y no sé cuántas cosas más te ha faltado conocerte a ti mismo. Todo eso que que has aprendido lo podrías haber obtenido sin salir de tu casa porque todo lo que está a fuera de ti está también a dentro. Todo lo que se cruza en nuestro camino es nuestro propio reflejo. Las personas, las situaciones, los lugares, todo es un reflejo. Pero ahora, el verdadero viaje lo empiezo yo. Aún así solo me queda decirte que ya has llegado mucho más lejos que la mayoría de las personas.


Hasta los viajes más cortos nos enseñan algo de nosotros mismos



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

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