viernes, 24 de abril de 2015

INTERVENIR O NO INTERVENIR

Intervenir o no intervenir, esa es la cuestión. Esa es la cuestión que me planteo cada día de mi vida desde que me levanto por la mañana hasta que me voy a dormir por la noche. Filosofía oriental u occidental. Soy un occidental practicando una filosofía oriental y me hago cada lío que a veces no sé por dónde salirme. Sin embargo observo a los orientales practicando la filosofía occidental y parece que les va bien, o eso creo yo. El Taoísmo nos enseña muchas cosas, entre ellas nos enseña a no intervenir (wu wei). El 2º verso del Tao Te King dice: "...el maestro actúa sin hacer y enseña sin decir. Las cosas surgen y él deja que vengan; Las cosas desaparecen y él deja que partan. El maestro tiene pero no posee, actúa mas no espera nada. Cuando termina su obra la olvida, por eso es imperecedera".

El Dr. Wayne Dyer menciona mucho al Tao en sus trabajos y deja claro que cuando no intervenimos las cosas fluyen de una manera más armónica. Mientras que la filosofía occidental se empeña en intervenir, manipular, gestionar, actuar, accionar y meter la mano para llevar a cabo los propósitos, la filosofía oriental incide en que cuando no se interviene de manera directa, ni se manipula, ni se gestiona, ni se actúa, ni se acciona ni se mete la mano el Tao va colocando las cosas en su lugar en el momento que realmente corresponde. El Tao es sabio, sabe cuando es el momento y sabe como llevarlo a cabo pero para eso necesitamos acoger en nosotros una cosa llamada PACIENCIA y desprendernos de nosotros otra cosa llamada EXPECTATIVAS. El hecho de no esperar absolutamente nada de las personas y de las situaciones está harto demostrado que evita problemas de estrés, de ansiedad y de nerviosismo, quizás unos de los males endémicos de nuestra sociedad.

Pero la pregunta que nos hacemos a veces es ¿cómo se puede compatibilizar la filosofía oriental con la sociedad occidental? A veces, con mis pacientes intento enseñar los beneficios de vivir si esperar, hacer sin actuar, enseñar sin decir, en definitiva SER sin HACER y los resultados son excelentes. Hace pocos días me fui con mi perro a pasear por la montaña, de dónde tomé la foto para este artículo, y en esto que observando la grandeza y majestuosidad de la Naturaleza me pregunté ¿Qué hace la Naturaleza para ser tan impresionante? y la respuesta fue fulminante: NO HACE NADA, la Naturaleza ES y NO HACE. Por eso es tan grande. Quizás deberíamos de empezar por algo tan sencillo como preguntarme ¿Qué puedo SER? en lugar de ¿Qué puedo HACER? El Tao no te garantiza la felicidad pero te da las claves para que seas feliz. El cómo lo hagas eso es siempre cosa tuya.



Ilde García
Psicoterapeuta y practicante taoísta
M. 628 704 281
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Facebook: https://wwwfacebook.com/ilde.garciachica
Mi blog: http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es/

lunes, 13 de abril de 2015

EL CAMBIO

Hola a todos y todas:

Ayer vi la película “El cambio” del Dr. Wayne Dyer por cuarta vez y reconozco que cada vez que la veo la entiendo de manera diferente. Dyer menciona en varias ocasiones al Tao y a Lao Tse, pero también menciona el Evangelio y a Jesús. Pero lo realmente importante no son esas frases lapidarias que han realizado estos personajes a lo largo de la historia. El crecimiento de la persona va más allá del tiempo y de cómo todo lo que dijeron estos hombres se perpetúa a lo largo de la historia de la humanidad. Pero centrémonos en nuestros días por un momento: vivimos sumisos en una vorágine de acontecimientos sociales, unos señores nos dicen lo que tenemos que comprar y lo felices que seremos si compramos sus productos; otros señores nos dicen que nuestro país es modélico porque vivimos en una envidiable pero falsa democracia; otros nos dicen incluso de lo maravillosos que somos por consumir sus tóxicos alimentos; otros nos empujan a tener más y más y más. Pero eso no es lo peor de todo, lo peor es que las buenas personas, emocionalmente vulnerables y sometidas a una manipulación del deseo y la necesidad de comprar para ser feliz, de tener más para ser mejores, de competir para ser el mejor y recibir esos supuestos halagos por parte de gente que ni siquiera conoces, todo eso no es más que humo. Humo que provoca un cáncer psicoemocional muy fuerte. Después aparecen ciertos libros de autoayuda en los que se menciona cómo puedes atraer el dinero a mansalva, el coche de tu vida y una casa de ensueño, libros que más del 98% de las personas que lo leen descubren que a ellos no les funciona, que además te crean la necesidad de conseguir todo lo que estás envidiando y como no lo consigues porque a ti no te funciona te provoca una frustración y una ansiedad que se convierte en patología.
Wayne Dyer nos explica en “El cambio” cuál es la verdadera clave para lograr conquistar al ser, para ser lo que realmente somos, para hacer lo que realmente nos une al ser. Es tan sencillo pero a la vez parece tan inalcanzable ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo, me gustaría pintar, me gustaría escribir un cuento, me encantaría vivir en la Naturaleza, quisiera dedicarme a lo que me gusta o tan solo me gustaría bailar? Y sin embargo no lo hacemos ¿Te has preguntado alguna vez el por qué no escribes, no pintas, no vives en la naturaleza o no bailas? Vivimos con la premisa de que tenemos que sacarle partido a todo lo que hacemos y otra vez entramos en la rueda del hago para ganar, gano para tener y tengo para ser feliz pero no soy feliz ¿Sabes cuantas capacidades y talentos tenemos y que nos negamos a desarrollar? ¿Sabes que eres capaz de ser lo que aún no has descubierto que eres? Y, cómo dice Dyer en “El cambio” –Lo que en el amanecer de la vida era verdad en el atardecer se convierte en mentira-. Llegamos a los cuarenta años y nos preguntamos ¿Qué ha pasado en mi vida? ¿Por qué no soy feliz? ¿Por qué me siento frustrado? O también ¿Por qué nadie me enseñó a conocerme cuando yo era joven? ¿Por qué no me allanaron el camino para desarrollar mis capacidades? Quizás si me hubiesen dejado tranquilo, a mi ritmo, en mi dirección de vida, quizás hoy no necesitaría visitar a mi psicoterapeuta.


Todo nace del ser
El ser nace de la nada

Lao Tse




Ilde García
Psicoterapetuta
ildegarciachica@gmail.com
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