Intervenir o no intervenir, esa es la cuestión. Esa es la cuestión que me planteo cada día de mi vida desde que me levanto por la mañana hasta que me voy a dormir por la noche. Filosofía oriental u occidental. Soy un occidental practicando una filosofía oriental y me hago cada lío que a veces no sé por dónde salirme. Sin embargo observo a los orientales practicando la filosofía occidental y parece que les va bien, o eso creo yo. El Taoísmo nos enseña muchas cosas, entre ellas nos enseña a no intervenir (wu wei). El 2º verso del Tao Te King dice: "...el maestro actúa sin hacer y enseña sin decir. Las cosas surgen y él deja que vengan; Las cosas desaparecen y él deja que partan. El maestro tiene pero no posee, actúa mas no espera nada. Cuando termina su obra la olvida, por eso es imperecedera".
El Dr. Wayne Dyer menciona mucho al Tao en sus trabajos y deja claro que cuando no intervenimos las cosas fluyen de una manera más armónica. Mientras que la filosofía occidental se empeña en intervenir, manipular, gestionar, actuar, accionar y meter la mano para llevar a cabo los propósitos, la filosofía oriental incide en que cuando no se interviene de manera directa, ni se manipula, ni se gestiona, ni se actúa, ni se acciona ni se mete la mano el Tao va colocando las cosas en su lugar en el momento que realmente corresponde. El Tao es sabio, sabe cuando es el momento y sabe como llevarlo a cabo pero para eso necesitamos acoger en nosotros una cosa llamada PACIENCIA y desprendernos de nosotros otra cosa llamada EXPECTATIVAS. El hecho de no esperar absolutamente nada de las personas y de las situaciones está harto demostrado que evita problemas de estrés, de ansiedad y de nerviosismo, quizás unos de los males endémicos de nuestra sociedad.
Pero la pregunta que nos hacemos a veces es ¿cómo se puede compatibilizar la filosofía oriental con la sociedad occidental? A veces, con mis pacientes intento enseñar los beneficios de vivir si esperar, hacer sin actuar, enseñar sin decir, en definitiva SER sin HACER y los resultados son excelentes. Hace pocos días me fui con mi perro a pasear por la montaña, de dónde tomé la foto para este artículo, y en esto que observando la grandeza y majestuosidad de la Naturaleza me pregunté ¿Qué hace la Naturaleza para ser tan impresionante? y la respuesta fue fulminante: NO HACE NADA, la Naturaleza ES y NO HACE. Por eso es tan grande. Quizás deberíamos de empezar por algo tan sencillo como preguntarme ¿Qué puedo SER? en lugar de ¿Qué puedo HACER? El Tao no te garantiza la felicidad pero te da las claves para que seas feliz. El cómo lo hagas eso es siempre cosa tuya.
Ilde García
Psicoterapeuta y practicante taoísta
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