domingo, 28 de febrero de 2016

EL OMBLIGO Y LA MEDITACIÓN

El ombligo, esa parte de nuestro cuerpo que, a priori, tiene importancia cero, es un misterio su función. Sí, ya sabemos que es la cicatriz del cordón umbilical que nos lo cortan al nacer pero hay mucho más, no es solo un punto central de nuestro cuerpo. El ombligo la clave de muchas cosas, es una gran respuesta a muchas incógnitas: según el Zen el ombligo es el punto de conexión con el alma, según el Taoísmo el ombligo es la puerta de Dan Tien, caldero donde se aloja el Chi (la energía). Hay meditaciones taoístas en las que la energía asciende desde lo más profundo de la Tierra, sube por las piernas y llega hasta Dan Tien. En esta visualización se logra unir el centro de la Tierra con el centro del Hombre, con la finalidad de alcanzar la conexión total con la Naturaleza, de esta manera nos hacemos UNO con todo el planeta. En el Zen el meditador lleva toda su atención al ombligo para lograr la conexión con el alma y así entrar en conexión con el Universo y la existencia. En algunas meditaciones hindúes la concentración sobre el segundo chacra (2 dedos por debajo del ombligo) es muy importante para trabajar los aspectos más instintivos de la persona, la conexión con la Tierra, el YO, los aspectos más humanos y las funciones básicas.

Al nacer nos cortan el cordón umbilical para separarnos físicamente de la madre y poder así empezar a desarrollarnos como individuos, el UNO conmigo mismo. Pero también nos separamos del alma de la madre, hasta ahora unidas. Quizás sea este el motivo, por el que la persona tiene la necesidad de buscar a través de la naturaleza la propia alma. La búsqueda del sentido de la vida, el ser. Después de la madre familiar está la Madre naturaleza, la Madre de todas las cosas y seres de la Tierra y como tal tiene una estrecha conexión con cada uno de nosotros. Los animales y las plantas son unos expertos ya que constantemente están en plena conexión con la Madre: conocen los peligros, los riesgos, distinguen a sus seres cercanos a kilómetros de distancia por sus sonidos, saben donde anidar y donde no, intuyen las situaciones difíciles y a sus depredadores, ven en la oscuridad, oyen lo que no se oye, huelen lo que no huele y tienen una respuesta para cada cosa.

Te recomiendo una meditación muy sencilla que consiste en sentarse de una manera cómoda, imaginarte que de tu ombligo sale un hilo de luz hasta el centro de la Tierra y déjate llevar, a través de tu respiración, por las sensaciones que eso conlleva. Es posible que al principio no notes nada, cosa normal, pero tu alma se está preparando para hacer esa conexión con la Naturaleza, aunque no te des cuenta. Es mejor meditar 10 minutos diarios que 1 hora un día suelto. La práctica constante hace que las cosas se aprendan mejor.

Todo lo que necesito está en mi mente
A través de la meditación accedemos
a la medicina que se haya en nuestra mente.

Dalai Lama


Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281
e-mail: ildegarciachica@gmail.com
Blog: http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es

miércoles, 24 de febrero de 2016

LA SABIDURÍA DEL CABALLO

Los caballos, esos preciosos animales que tanto nos impresionan guardan dentro de sí una enseñanza extraordinaria. La pasión que refleja tras su ensordecedor relincho nos habla de la fuerza interior tan grande, del poder que desata. Es cuidadoso, protector y fiel a sus convicciones. Su pose esbelta y majestuosa nos está indicando que, allá donde va, es siempre el centro de las miradas, por su atractivo y facilidad para impresionar. Suelen ser personas con un carácter apasionado, tanto en sus relaciones como en su trabajo. Sienten verdadero amor por las cosas que hacen y se suelen entregar en cuerpo y alma a su trabajo. El caballo es observador pero no de frente, es decir, no es obsesivo, tiene una visión lateral que le hace entender las cosas desde dos puntos de vista opuestos: lo masculino y lo femenino. Además de no perder detalle de las cosas. Esa cualidad hace que una persona arquetípicamente "caballo" pueda empatizar mucho desde lo emocional con las otras personas y saber ponerse en el lugar del otro, para entender su posición. El color del caballo nos está indicando un aspecto del inconsciente muy particular: el caballo negro representa la profundidad de su alma, el blanco la pureza y su espiritualidad o el caballo pardo o marrón su capacidad de adaptarse al entorno y entenderse con las personas. El caballo tiene unos deseos de libertad muy grandes, corre por las praderas en todas direcciones y a veces se confunde con el viento.

La libertad es un tesoro
tan brillante y preciado
que solo se rompe
con los barrotes de oro e ilusiones no realistas
IGC

Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281
e-mail: ildegarciachica@gmail.com
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miércoles, 17 de febrero de 2016

DONDE BRILLE EL SOL

Érase una vez una mujer joven que se encontraba sentada en el banco de un parque, cuando se le acercó una anciana y le preguntó: -¿Qué haces aquí sentada tan sola?- a lo que la chica joven le respondió -Nada, estaba mirando el parque, sus caminos, sus árboles, los pájaros y la gente que pasea-. La anciana, le dijo entonces: -Cada tarde te veo aquí sola ¿Siempre miras las cosas que suceden en el parque?- a lo que la joven le respondió -Aunque parezca extraño sí, solo miro a mi alrededor.
-¿Y qué esperas que suceda?
-Nada, no espero nada.
-¿Y de la vida tampoco esperas nada?- La joven se extrañó de esa pregunta. No sabía como responder, notó como la garganta se le cerraba y carraspeó. Finalmente dijo: -Quizás estoy esperando a que cambien las cosas.
-¿Es que te van mal las cosas?
-Sí, no encuentro un buen trabajo, mi pareja se ha marchado, mi familia vive lejos de aquí, me estoy quedando sin dinero y no tengo muchos amigos.
-Pues sí que tienes problemas.
-Encima -continuó la chica-, cada vez que empiezo un proyecto de trabajo nuevo o una idea, fracasa. Ya no sé qué hacer.
La anciana escuchaba sus quejumbrosas palabras con mucha atención y luego le dijo: -Las cosas no van a cambiar. La vida es como un viaje de tren, en una línea que no sabemos dónde empieza ni dónde termina. A veces nos empeñamos en bajar en la estación que queremos pero allá no conseguimos lo que buscamos. Sería mejor dejarnos llevar por el momento, bajar en la estación donde más brille el sol y disfrutar de todas las cosas que aquel lugar nos ofrezca. Sin más, sin juzgar nada, sin esperar nada. Y cuando hayamos adquirido sabiduría, volver a la estación, coger de nuevo el tren y seguir hasta otro lugar donde también brille el sol.

Cuántas veces nos empeñamos en hacer cosas, de las que quedamos atrapados en un bucle, sin poder salir y dejamos de lado opciones que nos podrían llenar el alma incluso, atraer la prosperidad.


El hombre propone
y la vida dispone

Dicho popular


Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
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miércoles, 10 de febrero de 2016

EL LIDERAZGO

El liderazgo puede ser tanto una tradición ancestral anclada en el subconsciente del individuo como algo enfermizo. Desde tiempos remotos, incluso antes de la humanidad, las especies han tenido en sus grupos la figura de un líder. El líder tenía y tiene una función muy importante en la manada: la de proteger, guiar y asegurarse de que el grupo sobrevive a las circunstancias, aunque también goza de ciertos privilegios como ser el primero en comer o en elegir a la pareja que desea. Pasa el tiempo y con la aparición de la humanidad todo es más de lo mismo salvo por una diferencia, que el ser humano trae consigo un pequeño enemigo: el ego. Este simple pero letal enemigo hace que el líder extralimite sus funciones y, las cualidades constructivas de liderazgo de las especies, se transforme en manipulación y abuso.

Cuando el líder es una persona de una gran fuerza interior, empatía y conciencia el liderazgo se convierte en algo positivo, constructivo y bueno para el grupo y también para él, pero cuando el líder es miedoso, temeroso, débil interiormente y con ciertas carencias psicológicas aparece la manipulación, el abuso, el individuo tiende a sacar provecho propio y eso siempre es malo para el grupo.

Pero la pregunta que nos hacemos es ¿Por qué hay individuos que anhelan el liderazgo? ¿Qué hay en esos individuos que necesitan erigirse por encima de los demás? Cuando tiramos del hilo en el análisis de un líder, de los malos, observamos a un individuo con un gran poder de seducción pero con muchas carencias afectivas de base, lo que le lleva a sentirse realizado con las personas que lo siguen. Supongo que este es otro de los grandes retos de la humanidad, soltar el liderazgo y que las personas aprendan a caminar libremente por los infinitos senderos de la vida.


La espada en manos del sabio
nos conduce a la gloria
pero en manos del necio
nos lleva al infierno

Dicho oriental



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
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