La reencarnación, cada filosofía y religión la entiende de manera diferente. Me gustaría dar una visión que aprendí de un lama tibetano. Reconozco que me impresionó. Yo tenía el concepto de que cuando el cuerpo moría el alma regresaba a algún lugar y se preparaba para entrar en otro cuerpo y empezar así una nueva vida, es decir que las vidas estaban unidas por el alma, al igual que las cuentas de un rosario o las perlas de un collar están unidas por un cordón. Sin embargo me llamó mucho la atención la visión budista cuando afirma que no hay tal alma sino que una vida se sustenta en la anterior y adopta una conciencia diferente.
Lo explicaré con un ejemplo: imaginemos que un campesino planta una semilla en el campo.
- La semilla tiene conciencia de lo que es, una semilla. Quizás no sepa como ha llegado hasta allí pero sabe lo que es. De la semilla surge un brote que se convierte en una planta.
- La planta tiene conciencia de planta pero ya no se acuerda de que antes fue una semilla porque vive como planta. De la planta salen las espigas.
- La espiga tiene conciencia de espiga pero ya no se acuerda de que antes fue planta y antes semilla porque vive como espiga. De la espiga salen los granos del trigo.
- El trigo tiene conciencia de trigo pero ya no se acuerda de que antes fue espiga, antes fue planta y antes fue semilla. El grano se recoge y se muele en el molino para hacer harina.
- La harina tiene conciencia de harina pero ya no se acuerda de cuando era grano, ni espiga, ni planta, ni semilla. De la harina se hace el pan.
- El pan tiene conciencia de pan pero ya no se acuerda de cuando era harina, ni de cuando era grano, ni espiga, ni planta, ni semilla. Cuando el pan se deja endurecer y luego se enmohece aparece la penicilina.
- La penicilina tiene conciencia de penicilina y por más que insista en hacerle recordar cuando era pan, harina, grano, espiga, planta y semilla, no lo va a conseguir porque para eso tiene conciencia de penicilina y no de lo anterior.
Es decir que una vida se sostiene en la anterior pero ya no es la misma vida, ya es otra cosa porque ha habido una transformación y por eso nos olvidamos de quiénes fuimos anteriormente, porque hoy somos otra conciencia diferente. Entonces yo me pregunto ¿Qué sentido filosófico tiene rebuscar en vidas pasadas? ¿Qué le pasaría al pan si de pronto recordara que una vez fue grano, planta o semilla? Una vez más se demuestra que la felicidad se encuentra en vivir el momento presente.
Om Mani Padme Hum
Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
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