CONECTANDO ESPÍRITU Y CUERPO

Desde el principio de los tiempos la persona se ha hecho consciente de sus cuatro áreas identitarias que definen el ser: las áreas espiritual, mental, emocional y física. Es como una definición en cascada de arriba para abajo, es decir que el área espiritual influye en el área mental, el área mental influye en el área emocional y finalmente el área emocional influye en el área física.

AEsp: Cuando aún somos un proyecto de vida muchas cosas suceden en nuestra alma y conciencia, todo nuestro mundo psicológico arrastra ciertos aspectos que traemos consigo sin embargo, si no no hacemos conscientes de dichos aspectos ni le damos una solución, este conflicto espiritual pasa al plano mental.

AMen: Nuestros pensamientos se disparan, nos atrapan los juicios y las críticas y entramos en bucles interminables de estrés mental. Y por supuesto que si no le damos una buena solución al área mental esto pasa al área emocional.

AEmo: Aparecen los miedos, la rabia, la ira y toda una colección de síntomas emocionales que nos acaban definiendo negativamente como personas y claro, empezamos a buscar la paz a través de la relajación o incluso de la meditación pero los pensamientos y sentimientos son los protagonistas. Y si no solucionamos el área emocional el mal pasa al área física.

AFis: Dolores de espalda, digestivos, cefaleas y todo un sinfín de síntomas que el cuerpo acaba somatizando.

Y cuando llega el momento del tránsito nos llevamos consigo los dolores físicos, las emociones pesadas, los pensamientos negativos y lo meteremos en la famosa mochila simbólica del alma con la que cargaremos y así vuelta a empezar.

Llegamos entonces a los 40 y empezamos a buscar respuestas sin saber qué preguntar, eso sí, la única respuesta que nos llevamos es que todos mis dolores son debidos a la edad y nos quedamos tan anchos. Pero podríamos buscar más allá de una respuesta fácil, simple y casi siempre errónea. Os invito a no tener miedo a introduciros en vuestro campo emocional, después en el campo mental y finalmente en el espiritual para lograr una comprensión global y poder salir así del círculo vicioso.

Solo la verdad nos hará libres al final del camino

Om Namah Shivaya

Yo honro a mi ser interior

Ilde García

Psicoterapeuta y profesor de Taichí

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