lunes, 16 de febrero de 2015

LAS CARGAS DE TU MOCHILA

Dice un cuento tibetano que iban caminando dos monjes camino del monasterio. Un monje viejo, el maestro y un monje joven, el discípulo. Caminaban bajo un silencio meditativo cuando escucharon no muy lejos de allí el llanto de una mujer. Atraídos por el dolor del llanto los monjes se acercaron hasta el río donde encontraron a una mujer joven llorando desconsoladamente. El maestro se acercó y le preguntó a la mujer: -¿Por qué lloras así?- a lo que la mujer le respondió -Lloro porque mi madre está muy enferma y tengo que ir a buscar al médico, que vive en la casa que hay al otro lado del río, pero no puedo cruzarlo. Si el médico no atiende a mi madre, se morirá-. Entonces el monje viejo tomó a lomos a la chica y avanzando lentamente pero con seguridad la consiguió dejar al otro lado del río. La chica agradecida por la ayuda continuó el camino a casa del médico mientras que el maestro regresó junto al discípulo y después continuaron camino al monasterio. Tras dos horas de caminar bajo un meditativo silencio el joven discípulo le dijo a su maestro: -Maestro, sabiendo como sabe que no debemos de tocar a las mujeres ¿por qué ha hecho eso?- Y el maestro le respondió tras un minuto de meditar la respuesta: -Yo la he cargado durante cinco minutos y tú llevas dos horas con ella a cuestas.

Preguntas:
¿Cuántas cargas del pasado llevas en tu mochila?
¿Cuánto tiempo hace que las llevas?
¿Qué daño te provocan esas cargas?
¿Conoces la relación entre tu dolencia y esas cargas?

Si tus respuestas han sido, muchas, mucho, mucho y no, entonces tienes un problema bastante grande. Un problema que seguramente compartes con el resto de la humanidad, pero no nos debería de consolar un argumento así.

Este pequeño cuento tan solo nos recuerda que hagas lo que hagas, tanto si está bien como si está mal, ya pertenece al pasado. y el pasado no existe, solo en nuestro recuerdo. Todos aquellos sucesos que acontecieron los almacenamos en forma de tormento, de rabia, de ira, de frustraciones y de traumas que nos provocan a nivel físico dolores de cervicales, de espalda, de rodillas, etc. y a nivel de conducta limitaciones y negatividades que nos impiden desarrollar nuestra vida como realmente quisiéramos. Y lo peor de todo es que aún quedan personas que sigan creyendo en que una pastilla milagrosa pueda curar un mal que llevamos arrastrando toda una vida.

Tu cuerpo contiene una sabiduría muy grande, solo tienes que escuchar lo que dice y sabrás qué te sucede, cuál fue el mal que te acechó en tu pasado y cómo solucionarlo ¿Te gustaría saber cómo se hace?




Ilde García
Psicoterapeuta
Colaborador Instituto AMI, Centre Positiva-Ment i centro Ámgeles de Mataró i Centre La Font de cardedeu
M. 628 704 281
ildegarciachica@gmail.com
Facebook: https://wwwfacebook.com/ilde.garciachica
Mi blog: http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es/

lunes, 2 de febrero de 2015

LA TEORÍA DEL ENANITO K-BRÓN

Con toda seguridad este título parecerá extraño, frívolo de incluso atrevido pero ¿de qué va esta teoría? ¿qué o quién es el susodicho enanito? y ¿Por qué es un k-brón? Bueno, para entender quién es el enanito voy a explicar en qué me baso para nombrarlo de esta manera. El enanito es un ser figurado que todos llevamos dentro. Es un boicoteador nato, siempre me está poniendo palos en las ruedas y no me permite desarrollarme como yo quisiera. En enanito ha conseguido con mucha paciencia sentarse en la poltrona principal de mi mente, tiene el control de los mandos de mi nave y él decide cómo, qué, cuándo y dónde. El enanito k-brón tiene la llave donde se guardan todos mis traumas, mis miserias, mis frustraciones y mis discapacidades más diversas y se auto-otorga el derecho a hacer uso de dicha llave cuando le apetece o le conviene. Él gobierna mi vida y llega un momento en que lo tengo que considerar mi mayor enemigo. A veces intento quitarlo de la poltrona pero no puedo, es más fuerte que yo y se agarra con tanta fuerza que no es posible. Incluso una vez planifiqué matarlo por la espalda pero me oye, me ve y me huele a mucha distancia. Tiene un sexto sentido muy desarrollado y no puedo hacer nada por quitármelo de encima. Hago ayunos y me envía un dolor de cabeza, hago deporte y me provoca una lesión inesperada, hago meditación y no me deja concentrar, procuro no enfadarme con los demás y me pone en situaciones para que me enfade, me intento amar más a mi mismo y acabo odiándome, cuido lo que como y hace que tenga más hambre, intento crecer como persona y me salen los antiguos roles, intento dominar mi ira y me sale la ira heredada. El enanito impide constantemente que supere mis temas traumáticos, impide que desarrolle mis capacidades, mi fracaso es su éxito ¡¡¡Estoy ya del enanito k-brón hasta la koronilla!!! Pero no debo enfadarme con él porque cada enfado es una pequeña batalla perdida y ya llevo muchas batallas perdidas. ¿Es o no es un boicoteador nato?
En el fondo el enanito k-brón es un aspecto mío, un "yo" que tiene esa naturaleza. Se puede desarrollar a través de la herencia familiar o de costumbres adquiridas a lo largo de la vida de toda persona. Pero cuando nos queremos dar cuenta ya es tarde. El enanito gobierna mi vida y su lema es "como me intentes sacar de aquí te boicoteo". En definitiva, que aunque no lo quiera reconocer yo soy el verdadero boicoteador de mi vida y no soy capaz de verlo. Pero ¿cómo podríamos ganar esta batalla al enanito k-brón? Es decir, ¿cómo podría yo conseguir todo lo que me propongo en la vida sin que ello me suponga un trauma, una decepción u otra frustración más? Y a veces las respuesta es más sencilla de lo que parece. Si luchar y batallar solo me ha traído derrotas y frustraciones vamos a probar lo contrario. Te propongo que lo primero que hagas sea una carta al enanito y le digas todo lo que quieras decirle. Parece fácil pero te vas a dar cuenta de que cuesta más de lo que parece, no obstante te invito a que lo hagas y ya verás lo liberador que es. Seguidamente prueba con no desafiarlo más, no batalles contra él, no intentes derrocarlo, como ya has podido comprobar él es más fuerte que tu. Haz un ejercicio de comprensión, de aceptación, de acercamiento, hazle saber que no deseas quitarle el poder. Él solo quiere seguir sentado en su poltrona y tú solo quieres superar tus conflictos personales. Se pueden hacer las dos cosas a la vez y así lo debe de saber el enanito. Alíate con él, que no se sienta excluido, colabora con él. Haz que interactúe contigo. Solo cuando aceptamos nuestras limitaciones, empezamos a superarlas. No obstante, la ayuda de un psicoterapeuta puede hacer de tu proceso personal un éxito.

Nota: La teoría del enanito k-brón surge como idea de personificar un aspecto psicológico de la persona. El enanito simboliza la preservación y continuidad de las frustraciones, traumas y temas que tenemos pendientes y de cómo éstas se aferran a nuestra vida. La poltrona simboliza el regio asentamiento de los temas pendientes.


Cuídate y elige desde el corazón



ILDE GARCÍA
Psicoterapeuta en transpersonal
Colaborador en Mataró con el Instituto A.M.I., Centro Positiva-Ment y Centro Ángeles
y en Cardedeu con Centre La Font
T. 628 704 281
https://www.facebook.com/ilde.garciachica
ildegarciachica@gmail.com