Estoy soñando y de repente aparece en mis sueños un animal venenoso: quizás una serpiente o un escorpión. Tan solo están quietos haciendo su vida con toda normalidad o bien están en una actitud atacante. Pero lo inquietante es cuando la serpiente o el escorpión se giran hacia a mi y vienen a morderme, a inyectarme el veneno, entonces salgo del sueño sobresaltado y me despierto. El instinto de supervivencia se activa incluso en sueños.
El veneno suele estar relacionado con los venenos mentales, es decir, aquello que nos provoca un dolor emocional que se traduce en la conducta: podría tratarse de un concepto personal negativo sobre el dinero, la economía o la gestión de la riqueza; podría tratarse de alguna relación tóxica y dañina. Generalmente, el veneno generado por el ataque de algún animal suele indicar también que nos estamos metiendo en relaciones, del tipo que sea, en las que se nos está haciendo una valoración negativa de nosotros mismos, alguien nos está desacreditando o simplemente están hablando mal (están echándonos el veneno). Y todo esto nos afecta negativamente, nuestra mente se satura de veneno y de basura externa, aunque también esa basura o veneno lo podemos estar generando nosotros mismos.
Sería conveniente revisar mentalmente qué está sucediendo en tu vida. Hay que ser crítico y realista, puede que tengas un concepto sobre algo de naturaleza material que te ponga nervioso, que te enfade o que te haga levantar la voz sin darte cuenta. Puede que estés viviendo una relación tóxica de la que no sepas salir y tu alma sufre heridas importantes.
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IGC
Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
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