martes, 18 de agosto de 2015

LA PSICONUTRICIÓN COMO TERAPIA








    Cuando comida y conducta se unen cruzamos una línea jamás comprendida hasta ahora. Alguien dijo hace mucho que "somos lo que comemos" pero entender el significado de esta frase parece quedarse un poco corto. No estoy diciendo que la gente no lo entienda, lo que digo es que esa simple y corta frase alberga todo un conocimiento extraordinario que casi siempre se escapa a nuestro entendimiento. En oriente, desde hace milenios, tienen muy claro y han explicado de forma sencilla, a través de la filosofía del yin y el yang, que los alimentos tienen una naturaleza que responde a esta teoría (si es que a esto podemos lo llamar teoría). Pero a pesar de entender qué alimentos son "yin" y cuáles son "yang" vamos a atrevernos a ir un poco más allá. Hace mucho tiempo leí en un libro de nutrición que había cuatro sabores básicos: dulce, salado, amargo y agrio. Tiempo después entendí que, de la misma manera que había alimentos con estos sabores, había también personas que respondían a estas conductas:
  • Una persona dulce se refiere a una persona cariñosa, cercana, seductora, amorosa o incluso llamativa.
  • Una persona salada se refiere a una persona, alegre, vivaracha, despierta, graciosa y muy comunicativa.
  • Una persona amargada nos dice que se trata de alguien triste, depresivo, llorón, ensimismado incluso chantajista.
  • Una persona agria nos habla de alguien enfadado, poco comunicativo, egoísta, incluso agresivo.

    No es necesario que el lector intente clasificarse en una de estas cuatro conductas arquetípicas, pensad que todo varía según los sucesos, según vaya la vida, según el momento, según las personas que nos rodean y puede que otros factores más. De hecho somos un poco de todo, aunque no nos guste reconocerlo. Un lama me contó una vez que a pesar de que somos de todo un poco nunca debemos de apartarnos de nuestra verdadera esencia, al fin y al cabo estas conductas son parte de la educación natural de las personas. Pero realmente somos personas humanas y fácilmente nos vemos vencidos por las emociones.

La comida es un indicativo muy claro de lo que realmente somos, ya que cada día nos llevamos al cuerpo muchas sustancias alimenticias, cada una con su ADN, que entra en simbiosis con el nuestro propio y ejerce un efecto a un nivel cuántico muy profundo.

La PSICONUTRICIÓN trabaja la relación entre conducta y alimentación, llega hasta la raíz del conflicto y nos indica su origen para poder asociar y entender el por qué de mis afecciones derivadas de la alimentación. Así después podemos trabajar la modificación de la conducta.

Buen provecho



Ilde García
Psicoterapeuta y nutricionista
M. 628 704 281
ildegarciachica@gmail.com
Facebook: https://wwwfacebook.com/ilde.garciachica
Mi blog: http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es/