jueves, 29 de octubre de 2015

LA MEDICINA ESTÁ EN TU MENTE

Hace muchas décadas, cuando el Tíbet aún no había sido invadido por la China Maoísta, el Dalai Lama le dijo a Mao en una de sus visitas:
-Nosotros no necesitamos vuestra nueva medicina. Todo lo que necesitamos para sanar está en nuestra mente-. El Dalai Lama nos dice (no solo él, muchos también han postulado esta idea) que si obras en consecuencia según los designios de tu corazón, tu cuerpo y tu mente se mantienen sanos y fuertes, pero si tu mente gobierna tu vida desoyendo a tu corazón entonces aparece la enfermedad.

Hace tiempo conocí el caso de un paciente que se estaba enfrentando a una decisión importante en su vida y tenía que elegir entre si aceptaba elegir un nuevo trabajo de 1.900 euros al mes, haciendo una labor que no le gustaba mucho, en una oficina con luz artificial, con un jefe demasiado exigente y con fama de puñetitas y con un horario desajustado a su vida; o bien quedarse en su trabajo actual de 1.100 euros, haciendo algo que le gusta y le llena, relacionándose con personas agradables que ya conocía y con unos horarios compatibles con su vida personal. Le pedí que hiciera un ejercicio de visualizarse en el nuevo lugar de trabajo. Tras unos minutos de introspección el paciente empezó a sentirse mal, mareado, empezó a somatizar pinchazos en el estómago y sufrió emocionalmente un vacío importante. Al abrir los ojos me dijo: -si, ha sido horrible pero es que el sueldo me puede dar una mayor libertad y no tener que preocuparme cada fin de mes por los recibos ni por nada-. Cuando las personas me preguntan ¿qué debo hacer? yo les respondo que no lo sé, que como decía el Dalai Lama tenemos que escuchar a nuestro corazón. Finalmente el paciente eligió dejar su trabajo y coger el nuevo. En mi modesta opinión creo que le pudo más el poder del sueldo que el poder de su talento. El nuevo jefe, el puñetitas, lo puso tres meses a prueba y nada más empezar somatizó un costipado que en tres días se convirtió en infección, expectoraba mucho y tuvo fiebre, vómitos y unas migrañas que no había tenido nunca. El hecho de estar más de dos semanas de baja no fue un buen comienzo para esta persona. Al final, el jefe puñetitas, al ver su pobre predisposición por tantos días de baja decidió no esperar a los tres meses de prueba y se deshizo de él. El cuerpo habló. Pasó de tener un trabajo que potenciaba su talento aunque con un sueldo justito a intentar una nueva gesta por un sueldo holgado y quedarse finalmente sin el uno y sin el otro. Después de mucho luchar, consiguió que lo readmitieran en su antiguo trabajo.

A veces, las conversaciones entre la mente y el corazón son como debates televisivos en los que casi siempre gana la mente. La verdadera valentía es hacer caso tu corazón que es el que te llevará a recuperar tu salud, tus fuerzas, tus ganas de seguir adelante y sobre todo tu libertad.

¿Cuántas cosas has hecho a lo largo de tu vida sin escuchar a tu corazón?



A veces la mente racional nos conduce a un paraíso
en el que nos convertimos en esclavos de las circunstancias

(Un buen amigo)



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

martes, 27 de octubre de 2015

SOY EL CAMINO (2ª parte)

Como ya dije anteriormente "yo soy el camino" pero NO estoy en el camino, creo que esto quedó claro. Y ahora la pregunta que nos hacemos es "¿cómo hemos llegado al camino?". Lo que yo soy ahora siempre se sustenta en la situación anterior, y esta en la anterior, y así sucesivamente. Lo voy a poner con un ejemplo: mujer de 45 años, vive con su hijo de 15 años en un apartamento de 60 m2, divorciada y con un trabajo de 700 euros que consiguió gracias a un favor de amigas. Esta situación le provoca una serie de sentimientos como angustia, insatisfacción e incertidumbre; una serie de somatizaciones como depresiones, engordar, estreñimiento o hipertensión; una serie de pensamientos como "vaya mierda de vida", "no voy a salir de esta" o "todo está contra mi"; y una serie de conductas como alteraciones nerviosas, ira o rabia, antipatía, incluso desfachatez. Todo este cuadro hace que la vida de su hijo no sea precisamente un jardín de flores. Entonces observamos que esta mujer, cuando era adolescente y estudiaba en la secundaria era una persona alegre, vivaracha, simpática, comunicativa, participativa incluso altruista ¿Cómo ha pasado entonces una persona de una situación así a otra contraria? Volvamos al principio, situación actual, echemos un poco la vista atrás, 3 años antes. Esta mujer tenía un trabajo de 2000 euros pero su conducta ya era bastante negativa, en un ataque de rabia posiblemente provocada por una tensión muy fuerte explotó en una reunión con sus dos jefes y se vieron obligados a echarla por su conducta agresiva y destructiva además de su bajo rendimiento en el último año ¿Qué le provocaba era rabia y ese bajo rendimiento? una insatisfacción muy grande en su vida personal debido a un divorcio que la hundió emocionalmente ¿Que le provocó ese divorcio? que su marido se fuera con mujer 15 años más joven, guapa, alegre y activa y verse obligada a quedarse a vivir en el apartamento pequeño mientras su marido se quedó con el grande ¿Por qué su marido conoce a otra mujer? Porque su esposa nunca está en casa, trabaja muchas horas, no puede contar con ella, vuelve destrozada y los fines de semana no quiere ir a ningún sitio por un agotamiento extremo ¿Por qué trabaja tantas horas? Para pagar un buen colegio y una hipoteca muy elevada de un apartamento de alto standing en una zona muy buena de la ciudad ¿Por qué deciden vivir en una zona cara en lugar de en una zona media? Por que ven unas posibilidades económicas y sociales factibles de estar en una zona cara y llevar a su hijo a un colegio caro, al igual que algunos de sus amigos y conocidos ¿Cómo conoce a esos amigos y conocidos? Son amigos de juventud y todos se casaron en el mismo año. Parecen llevar vidas paralelas ¿Por qué se casan? Porque son felices, llevan unos años de relación, se aman, se desean, están contentos y desean formar una familia en un lugar bonito ¿Por qué salen juntos? Porque son del mismo grupo de amigos del instituto, se gustan, tontean, son felices, alegres, jóvenes, sin preocupaciones, divertidos y buenos estudiantes.

Esta mujer no puede decir nunca que está en un camino de insatisfacción sino que ella es el camino de la insatisfacción. Es decir que todo lo que hoy somos se sustenta en lo que sucedió ayer y lo que era ayer se sustenta en lo que fue anteriormente y así sucesivamente. Os invito a que reviséis los acontecimientos de vuestra vida, haciendo un viaje al pasado en cada etapa, para ir viendo dónde está el cruce de caminos que elegí y que me ha traído hasta mi situación actual.

Buen Dharma a todos


Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

lunes, 26 de octubre de 2015

SOY EL CAMINO (1ª parte)


¿Cuántas veces hemos escuchado la frase "Estoy en el camino"? Esta frase la decimos en muchos contextos: en el terapéutico, cuando estamos intentando solucionar un tema de salud; en el laboral, cuando estamos preparándonos para lograr un trabajo; en el familiar, cuando estamos construyendo algo nuevo en nuestro entorno, como empezar una relación, tener un hijo o dar un paso importante; es decir, que usamos esta frase cuando estamos en una transición entre dos estados, sea del tipo que sea, o con un objetivo concreto. Pero ahora imaginemos que vamos caminando por un camino, como si estuviésemos practicando "trekking". El camino es más o menos cómodo y tiene curvas, cambios de dirección, hay piedras, hay flores, hierbas y árboles, llueve o hace sol, hace pendiente o cuesta, hay más personas o voy solo, etc. El camino representa tu vida; las curvas podrían representar tu diferentes perspectivas de vida; las piedras representan las dificultades que me voy encontrando; la pendiente o la cuesta representa la facilidad o dificultad en general de tu vida; las flores, los árboles y las plantas podrían representar esos aspectos que hacen más agradable tu vida; las personas representaría tus relaciones. Y tú estás en ese camino. Entonces te dices "estoy en el camino". Quizás esto es un error muy común, creer que estamos en un camino. ¿No creéis que deberíamos decir "YO SOY EL CAMINO"? Porque todo forma parte del camino incluso yo, al igual que las condiciones del camino, al igual que las piedras, al igual que las plantas, todo forma parte del camino al igual que yo. No puedo verme como un invitado que visita el camino si no, jamás me veré como parte el camino. Si yo fuese un invitado quizás podría decirme "estoy en el camino", porque soy un elemento externo que viene a visitar al camino. Pero no, no soy ningún invitado ya que el camino también lo hago yo. A veces me pregunto ¿por qué estoy aquí? o ¿cómo he llegado hasta aquí? La respuesta es fácil, porque "el camino" de mi vida pasa por aquí.

(Continuará)


Es mejor seguir un camino completo que dos incompletos.
(Proverbio oriental)




Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

jueves, 22 de octubre de 2015

EL MIEDO TIENE NOMBRE

El miedo es un ente que tiene atemorizado a toda la sociedad. Pero ¿Qué hace que el miedo sea tan fuerte? los primeros síntomas del miedo suelen ser una incapacidad de discernir con toda confianza y una reacción física basada en la rigidez del cuerpo. Tanto la reacción mental como la física van en función del tipo de miedo y de la magnitud.

Recuerdo haber experimentado el miedo extremo en más de una ocasión y reconozco que es terrible. Hace muchos años siendo yo un adolescente fui al zoo con unos amigos de mi barrio. Recuerdo que cuando pasamos por delante de la jaula donde había una tremenda pantera negra le miré a los ojos y me quedé como hipnotizado. Esos fuertes barrotes de hierro salvaban el espacio de seguridad que había entre la pantera y yo. Ahí sabía que estaba a salvo mientras me decía a mí mismo que en un escenario natural, ese hecho acabaría con mi vida. Seguí embelesado mirándole a los ojos cuando la pantera abrió su enorme boca, me enseñó sus fauces y soltó un rugido tan grande que todo el lugar quedó ensordecido. Recuerdo todas las sensaciones: un escalofrío de dos mil voltios recorrió todo mi cuerpo, experimenté una sensación de muerte casi real, mi cuerpo quedó paralizado, mi mente quedó en blanco total y no os cuento cual fue la opinión de mi vejiga. Lo que más me llamó la atención en aquel momento fue que mi mente racional NO se dijo a sí misma, que la seguridad era absoluta y nada me podía pasar, mientras duró la reacción del miedo.

El miedo, como he dicho antes, es una reacción emocional que puede ser provocada por distintos motivos, pero en todos ellos aparece siempre el instinto de supervivencia. El motivo del miedo tiene una característica: que sea lo que sea que me provoque ese miedo, siempre es mucho más fuerte que yo, ya sea una fuerza real (elemento de poder) o ya sea una fuerza irreal (una creencia o criterio). Si voy caminando por un bosque, me encuentro con un oso adulto y el oso viene hacia mi con malas expectativas seguramente experimentaré el miedo porque el oso tiene dos superpoderes que yo no tengo: la superfuerza y una rapidez mayor, como la mayoría de animales salvajes. Luego está el miedo a una figura humana como a un padre o a una madre tiranos, o bien a la figura del jefe que acosa o que abusa de su poder. También está el miedo a una entidad de poder como a las medidas que puede tomar un banco o una suministradora de servicios, cuando no puedes pagar tus facturas, por una falta de trabajo. También nos encontramos con el miedo a entidades no físicas como son las creencias forjadas por las religiones como el temor a Dios o al demonio, creencias en los fantasmas u otras criaturas mitológicas.

En definitiva, el miedo es una emoción que tiene su origen en dos causas: una es principalmente en una educación basada en una conducta de miedo, que se transmite de padres a hijos y la otra en la aparición real del instinto de supervivencia. Cuando mis pacientes me preguntan -¿Cómo se supera el miedo?- yo les digo que hay miedos que se superan y otros que no: los miedos transmitidos tienen solución ya que esos miedos no son tuyos, pero el miedo debido a un instinto de supervivencia olvídate y disfruta de él o bien entrénate en un gimnasio hasta adquirir más fuerza que un oso y vencerlo.

Cuídate



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

lunes, 19 de octubre de 2015

EL PARADIGMA MENTAL

A veces me pregunto a qué se debe el cómo pensamos. Muchas cuestiones de ponen de manifiesto cuando observamos a la sociedad en diferentes etapas de la historia. Cuál era el paradigma mental en el Egipto de los faraones, o en el Imperio Romano, o en la Edad Media, o en la Revolución Industrial, incluso hoy día. Pero la pregunta es ¿Por qué no entendemos hoy día la mentalidad de las sociedades en el pasado? La vemos, las estudiamos y las analizamos pero no nos podemos meter en la mente de aquellas personas y acabamos diciendo frases como -los antiguos egipcios creían que la diosa Isis...-, y no hay nada más lejano que eso ya que los antiguos egipcios no creían que la diosa Isis era o hacía las cosas que dicen que hacía, sino que lo afirmaban rotundamente ya que eso era así y no era una simple creencia, ya que "creencia" se refiere a dar un cierto crédito o valor a algo no comprobable. 

Pero si ahora nos trasladamos al periodo que va desde la Edad Media hasta la época de las colonizaciones vemos que cada dos por tres habían apariciones de vírgenes a pastores, a campesinos o a frailes. Pero ¿por qué hoy día nadie experimenta apariciones divinas? El paradigma mental no es el mismo. Hoy día la creencia divina en Occidente es muy floja a pesar de que siguen existiendo las creencias, pero no tienen la fuerza mental y emocional que había entonces. Hoy, el mundo tiene otras perspectivas: la economía mundial, la política, los desengaños sociales y su lucha, la corrupción, la información veloz, la globalización, el libre comercio, Internet, el trabajo desde casa y un largo etc. que esto jamás habría sido concebido ni entendido por ninguna sociedad en el pasado.

Después tenemos un ejemplo de paradigma mental en las sociedades precolombinas como la cultura maya, azteca, tolteca, inca, norteamericana y todas las culturas del nuevo continente. Dioses serpientes que descienden y ascienden en los equinoccios, calendarios que duran más de dos mil  y después todo se acaba ahí, juegos en los que los vencedores mueren honrosos ya que consideran la muerte como algo extraordinariamente grande y superior, montañas con forma de la silueta de algún dios, animales con connotaciones divinas y un largo etcétera. No es de extrañar que cuando los colonos cristianos conocieron a estas sociedades no supieran reaccionar de otro modo que no sea exterminándolos o con un gesto de majestuosa gracia convirtiéndolos al cristianismo, es decir obligándolos a aceptar el paradigma mental que éstos traían consigo.

Hoy yo me podría preguntar ¿Y por qué los colonos no dejaron tranquilos a los nativos con sus ideas, sus costumbres y su paradigma mental? Pues porque los colonos tenían una fuerte convicción de poseer la verdad absoluta, que esos nativos estaban en un camino equivocado, que la gran suerte para los nativos era que los colonos por fin habían aparecido por sus tierras y por lo tanto había que poner remedio rápido y efectivo para solucionar el tema de una mentalidad falsa, errónea, primitiva incluso engañada. Sí, ya sé que sueña un poco frívolo decirlo de esta manera pero siempre ha sido así. El paradigma mental de una sociedad en un tiempo siempre es diferente al de otra sociedad y en otro tiempo, pero lo peor no son las diferencias de mentalidad sino que el ser humano casi nunca ha tenido la capacidad de saber gestionar los paradigmas mentales de las otras culturas contemporáneas y, ni mucho menos, las del pasado.

La diferencia de paradigmas mentales casi siempre se ha resuelto con abusos, torturas, muerte y terror y solo porque la humanidad aún no se atreve a desarrollar la verdadera capacidad de amar y entender.

Nunca le pidas al fuego que moje ni al agua que arda.

Vive y deja vivir
Muere y deja morir



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

jueves, 15 de octubre de 2015

LA LEYENDA DEL VIAJERO ANÓNIMO

Cuenta la leyenda que un viajero anónimo salió de su casa sin rumbo fijo a descubrir el mundo. Cruzó países, desiertos y montañas, conoció personas y lugares increíbles, comió y probó todo aquello que el lugar le ofrecía y por supuesto se comunicó con toda persona con la que se cruzaba. Aprendió muchas cosas de todos los sitios por donde iba, incluso conoció idiomas muy curiosos y creencias extrañas. En su viaje encontró pueblos pequeños, ciudades, gente sencilla, sabios, paisajes extraordinarios, climas muy diferentes, gente nómada, personas de todas las razas, lluvia, calor, viento y tantas y tantas cosas. El viaje le llevó 3 años y simplemente llevaba consigo en su mochila algo de ropa, un poco de comida que iba consiguiendo, un sencillo amuleto de la suerte, su documentación y alguna que otra cosa que le servía de ayuda en algún apuro. Cuando por fin regresó a casa se encontró que su abuelo estaba muy enfermo y le quedaba muy poco tiempo de vida. El abuelo le pidió al nieto que le contara su viaje, le quedaba muy poco tiempo de vida quería saber qué cosas le habían sucedido. Tras una larga charla del chico contándole al abuelo de sus aventuras le preguntó:
-Y dime ¿Qué es lo que has aprendido de todo tu viaje?
A lo que el nieto le respondió:
-Muchas cosas, he aprendido a conocer a las personas, a respetar sus costumbres, a tolerar sus conductas, a adaptarme al medio, a ser parte integrante de todo, a valorar las pequeñas cosas y los momentos breves, a desvalorizar lo material, a disfrutar del silencio y del ruido, a entender los ciclos de la Naturaleza, a entender y a hacerme entender, a escuchar, a mirar el cielo, a comprender la oscuridad del Universo, a leer en las estrellas, a valorar una sonrisa, a....
Entonces el abuelo lo interrumpió:
-Vaya, si que has aprendido cosas. Hace rato que no te escuchaba porque me perdí en alguna cosa de esas que me decías. Tengo que felicitarte por todo lo que te has traído a casa, es muy importante. No obstante no creo haber escuchado que dijeras que has encontrado "el amor". Y no me refiero a una chica, no. Me refiero a tu amor interior. Y puede que lo hayas encontrado pero mientras invertías el tiempo en conocer lugares, personas y no sé cuántas cosas más te ha faltado conocerte a ti mismo. Todo eso que que has aprendido lo podrías haber obtenido sin salir de tu casa porque todo lo que está a fuera de ti está también a dentro. Todo lo que se cruza en nuestro camino es nuestro propio reflejo. Las personas, las situaciones, los lugares, todo es un reflejo. Pero ahora, el verdadero viaje lo empiezo yo. Aún así solo me queda decirte que ya has llegado mucho más lejos que la mayoría de las personas.


Hasta los viajes más cortos nos enseñan algo de nosotros mismos



Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

miércoles, 14 de octubre de 2015

EL CONOCIMIENTO ESTÁ EN TÍ

Un antiguo pasaje hindú cuenta que cuando los tres dioses Vishnu, Rhama y Shiva crearon el conocimiento se reunieron durante mucho tiempo para deliberar sobre qué hacer con él y dónde colocarlo. El problema es que el conocimiento es una herramienta muy poderosa y ellos no estaban seguros de si la humanidad estaba preparada para usarlo correctamente. Uno decía: -es que el hombre no tiene capacidad suficiente para darle un buen uso-. Y otro exponía: -Ya pero es bueno que la humanidad tenga la oportunidad de usarlo-. Y otro respondía:- Sí pero no podemos crear algo para que las personas no puedan disfrutar de ello-. Las opiniones eran diversas incluso contradictorias. Después de mucho meditar y deliberar pensaron que el conocimiento debía de ser llevado a algún lugar donde el hombre jamás pudiera alcanzarlo, ya que no había ninguna garantía de que la humanidad pudiera hacer un buen uso. Rhama dijo: -Lo podemos llevar a la montaña más alta del mundo-, a lo que los otros dos pensaron: -No, tarde o temprano el hombre llegará a subir esa montaña y lo tomará-. Shiva dijo después: -Lo podríamos hundir en el mar más profundo de la Tierra-, pero los otros pensaron: -No, tarde o temprano el hombre construirá un artilugio para sumergirse y lo tomará-. Después de un largo silencio Vishnu dijo: -Creo que ya sé cual es el lugar donde el hombre no llegará jamás. A LO MÁS PROFUNDO DE SU MENTE.

Desde entonces el ser humano se ha pasado años y años, siglos y siglos buscando el conocimiento. Pero ¿sabe el hombre para qué quiere lograr el conocimiento? La vida ya nos ofrece mucho conocimiento. La comprensión de las cosas es lo que nos hace sentir que todos somos uno. Gracias al conocimiento podemos empatizar, ponernos en la piel del prójimo y así no juzgarlo. Al igual que Lao Tse hablaba en el "Tao Te King" de que hay un Tao NO eterno, que es el que se puede nombrar, hay también un Tao eterno, que es el que no se puede nombrar. Pues con el conocimiento pasa lo mismo, hay un conocimiento al que sí que podemos acceder y otro al que no. Llegar a ese conocimiento, al que los tres dioses pusieron en lo más profundo de todas nuestras mentes, ya llegaremos cuando las personas estén preparadas para dejar de ser personas y se conviertan en dioses. De momento nos conformaremos con amar, respetar, compartir, empatizar, entender, sonreír, discernir y tantas cosas buenas que aún nos queda por alcanzar. Ser buenas personas también es un gran conocimiento que vale la pena practicar y transmitir.


Om Namah Shivaya




Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

martes, 13 de octubre de 2015

MIEDO A VOLAR

El miedo a volar es muy común pero no me estoy refiriendo a volar en aviones ni en aparatos mecanizados, no, me refiero al miedo de hacer volar la mente y atreverse a tratar a la vida de tú a tú. Ayer vi por TV una serie que trataba de eso precisamente, de como muchos padres condicionan a los hijos de una manera enfermiza incluso algo diabólica. La manipulación, ya sea voluntaria o involuntaria, consciente o inconsciente, no deja de ser una manifestación de las enormes frustraciones de los padres hacia los hijos. Este es el típico caso de los niños que juegan al fútbol y los padres desde las gradas comportándose como verdaderos energúmenos gritando como si les fuera la vida en ello. Y luego en casa vuelcan su soez verborrea contra sus hijos, porque ese día no han jugado bien y han perdido el partido. Suelen ser padres que se sienten frustrados porque ellos jamás llegaron a nada en el fútbol, ni siquiera lo intentaron ¿Tan difícil sería animar, alentar y motivar a los niños? Después está el típico caso del chico que se ve obligado a estudiar derecho o medicina o pastelero o lo que sea, porque el padre lo es y el abuelo y el bisabuelo también lo fueron. Posiblemente ese padre no supo decir que no en su momento, asumió su destino y ahora le revienta que su hijo haya dicho que no quiere seguir la estirpe familiar. Ejemplos hay muchos y tantas personas que caen en la trampa de manipular a los hijos de la forma que sea: en mayor o menor medida. Son personas que se autootorgan el derecho a manejar libremente la vida de los demás. Pero la única realidad es que nadie tiene potestad sobre nadie. Los hijos no son propiedad de los padres. El Universo utiliza a los padres para traer niños al mundo y continuar así con el cometido universal. Cada vez que unos padres utilizan a un hijo para rehogar sus frustraciones éstos están, no solamente fracasando como padres y como personas sino, perpetuando una nueva vida de frustración y renuncia.

Padres ¡Dejen volar a sus hijos que no es para tanto!

La libertad de unos empieza donde acaba la de los otros.





Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

viernes, 9 de octubre de 2015

DE LA MENTIRA AL CAMINO DE LA VERDAD

Un estudio realizado por no sé cuantas universidades de muchos sitios del mundo demuestran que soltamos una cantidad indecente de mentiras al día. Pero ¿qué es la mentira? ¿Por qué tenemos la necesidad de mentir? Yo solito, sin hacer ningún estudio universitario he llegado a una conclusión: mentimos porque queremos evitar que los demás nos juzguen y así lograr nuestros propósitos. Bueno, seguro que hay más motivos pero realmente me espanto cuando miro al mundo y veo como miente. Los políticos mienten para lograr sus propósitos de poder, la prensa manipula para arrastrar a las masas, las empresas que nos venden sus productos esconden la verdad para vender, se venden coches que contaminan pero nos dicen que emiten muy poquitos gases, se venden productos alimentarios con sellos ecológicos pero luego no lo son del todo, nos dicen que los conservantes son inocuos pero afectan a la salud y pueden provocar enfermedades e intolerancias, en publicidad se dice que un producto es 100 x 100 natural y hasta el más tonto sabe que eso falso, la iglesia ha prolongado mentiras del pasado para mantener su hegemonía, los gobiernos mienten con las fabricaciones de armamento, las grandes empresas maquillan sus cifras para conseguir vete a saber qué, los gobiernos maquillan también sus cifras para sus financiaciones, logros e influencias, los bancos no hablan claro y se aprovechan de la ignorancia de las buenas personas, inventan guerras en nombre de Dios o de la democracia y luego es por el control de los recursos, se producen infidelidades en ambos sentidos y se esconde la verdad a la persona afectada y un sin fin de mentiras que no parece tener límite.

¿Por qué la humanidad miente? ¿Es realmente necesario mentir? Posiblemente la humanidad aún sea tan inmadura que no se vea capaz de enfrentarse a la verdad con sentido común. La verdad nos hace libres de corazón pero nos impide lograr nuestros propósitos. El poder es como las patatas, se mide a kilos: de la misma manera que no es lo mismo 1 kg de patatas que 1000 kg de patatas, no es lo mismo el poder en un pequeño clan o grupo que en un colectivo nacional o internacional ¿Hasta dónde llega la codicia que ambicionan muchos individuos para lograr dinero y poder? Y la ÚNICA VERDAD en todo esto es que las buenas personas sufren, se empobrecen y pierden sus derechos a través de la única herramienta de los fuertes, que es LA MENTIRA.

Ayer día 8 de octubre de 2015 fuimos al pabellón municipal de deportes de Granollers a la "puja" que ofrecía Amma y en sus palabras había una fuerte connotación a la verdad y de cómo ésta tiene la fuerza de abrir los corazones. El corazón es el motor que hace funcionar el cuerpo: si la mente habla con la verdad el corazón se expande, se sana y vive feliz para amar al prójimo, pero si la mente habla con mentiras el corazón se cierra, se entristece y se ve envuelto en una infelicidad que nos lleva a enfermar.

¿Por qué los niños dicen siempre la verdad? Porque por fortuna aún no saben que la herramienta que usan los adultos es la mentira.

Quizás el mal de la humanidad es que aún no ha madurado lo suficiente para decir la verdad.

Om shanti, shanti, shanti
Yo soy la paz, la paz, la paz




Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281