miércoles, 14 de octubre de 2015

EL CONOCIMIENTO ESTÁ EN TÍ

Un antiguo pasaje hindú cuenta que cuando los tres dioses Vishnu, Rhama y Shiva crearon el conocimiento se reunieron durante mucho tiempo para deliberar sobre qué hacer con él y dónde colocarlo. El problema es que el conocimiento es una herramienta muy poderosa y ellos no estaban seguros de si la humanidad estaba preparada para usarlo correctamente. Uno decía: -es que el hombre no tiene capacidad suficiente para darle un buen uso-. Y otro exponía: -Ya pero es bueno que la humanidad tenga la oportunidad de usarlo-. Y otro respondía:- Sí pero no podemos crear algo para que las personas no puedan disfrutar de ello-. Las opiniones eran diversas incluso contradictorias. Después de mucho meditar y deliberar pensaron que el conocimiento debía de ser llevado a algún lugar donde el hombre jamás pudiera alcanzarlo, ya que no había ninguna garantía de que la humanidad pudiera hacer un buen uso. Rhama dijo: -Lo podemos llevar a la montaña más alta del mundo-, a lo que los otros dos pensaron: -No, tarde o temprano el hombre llegará a subir esa montaña y lo tomará-. Shiva dijo después: -Lo podríamos hundir en el mar más profundo de la Tierra-, pero los otros pensaron: -No, tarde o temprano el hombre construirá un artilugio para sumergirse y lo tomará-. Después de un largo silencio Vishnu dijo: -Creo que ya sé cual es el lugar donde el hombre no llegará jamás. A LO MÁS PROFUNDO DE SU MENTE.

Desde entonces el ser humano se ha pasado años y años, siglos y siglos buscando el conocimiento. Pero ¿sabe el hombre para qué quiere lograr el conocimiento? La vida ya nos ofrece mucho conocimiento. La comprensión de las cosas es lo que nos hace sentir que todos somos uno. Gracias al conocimiento podemos empatizar, ponernos en la piel del prójimo y así no juzgarlo. Al igual que Lao Tse hablaba en el "Tao Te King" de que hay un Tao NO eterno, que es el que se puede nombrar, hay también un Tao eterno, que es el que no se puede nombrar. Pues con el conocimiento pasa lo mismo, hay un conocimiento al que sí que podemos acceder y otro al que no. Llegar a ese conocimiento, al que los tres dioses pusieron en lo más profundo de todas nuestras mentes, ya llegaremos cuando las personas estén preparadas para dejar de ser personas y se conviertan en dioses. De momento nos conformaremos con amar, respetar, compartir, empatizar, entender, sonreír, discernir y tantas cosas buenas que aún nos queda por alcanzar. Ser buenas personas también es un gran conocimiento que vale la pena practicar y transmitir.


Om Namah Shivaya




Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281

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