Hola a todos y todas:
Ayer vi la película “El cambio” del Dr. Wayne Dyer por
cuarta vez y reconozco que cada vez que la veo la entiendo de manera diferente.
Dyer menciona en varias ocasiones al Tao y a Lao Tse, pero también menciona el
Evangelio y a Jesús. Pero lo realmente importante no son esas frases lapidarias
que han realizado estos personajes a lo largo de la historia. El crecimiento de
la persona va más allá del tiempo y de cómo todo lo que dijeron estos hombres
se perpetúa a lo largo de la historia de la humanidad. Pero centrémonos en
nuestros días por un momento: vivimos sumisos en una vorágine de
acontecimientos sociales, unos señores nos dicen lo que tenemos que comprar y
lo felices que seremos si compramos sus productos; otros señores nos dicen que
nuestro país es modélico porque vivimos en una envidiable pero falsa democracia;
otros nos dicen incluso de lo maravillosos que somos por consumir sus tóxicos alimentos;
otros nos empujan a tener más y más y más. Pero eso no es lo peor de todo, lo
peor es que las buenas personas, emocionalmente vulnerables y sometidas a una
manipulación del deseo y la necesidad de comprar para ser feliz, de tener más
para ser mejores, de competir para ser el mejor y recibir esos supuestos halagos
por parte de gente que ni siquiera conoces, todo eso no es más que humo. Humo que
provoca un cáncer psicoemocional muy fuerte. Después aparecen ciertos libros de
autoayuda en los que se menciona cómo puedes atraer el dinero a mansalva, el
coche de tu vida y una casa de ensueño, libros que más del 98% de las personas
que lo leen descubren que a ellos no les funciona, que además te crean la
necesidad de conseguir todo lo que estás envidiando y como no lo consigues
porque a ti no te funciona te provoca una frustración y una ansiedad que se
convierte en patología.
Wayne Dyer nos explica en “El cambio” cuál es la verdadera
clave para lograr conquistar al ser, para ser lo que realmente somos, para
hacer lo que realmente nos une al ser. Es tan sencillo pero a la vez parece tan
inalcanzable ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo, me gustaría pintar, me
gustaría escribir un cuento, me encantaría vivir en la Naturaleza, quisiera
dedicarme a lo que me gusta o tan solo me gustaría bailar? Y sin embargo no lo
hacemos ¿Te has preguntado alguna vez el por qué no escribes, no pintas, no
vives en la naturaleza o no bailas? Vivimos con la premisa de que tenemos que
sacarle partido a todo lo que hacemos y otra vez entramos en la rueda del hago
para ganar, gano para tener y tengo para ser feliz pero no soy feliz ¿Sabes cuantas
capacidades y talentos tenemos y que nos negamos a desarrollar? ¿Sabes que eres
capaz de ser lo que aún no has descubierto que eres? Y, cómo dice Dyer en “El
cambio” –Lo que en el amanecer de la vida era verdad en el atardecer se convierte en mentira-.
Llegamos a los cuarenta años y nos preguntamos ¿Qué ha pasado en mi vida? ¿Por
qué no soy feliz? ¿Por qué me siento frustrado? O también ¿Por qué nadie me
enseñó a conocerme cuando yo era joven? ¿Por qué no me allanaron el camino para desarrollar mis capacidades? Quizás si me hubiesen dejado tranquilo,
a mi ritmo, en mi dirección de vida, quizás hoy no necesitaría visitar a mi
psicoterapeuta.
Todo nace del ser
El ser nace de la nada
Lao Tse
Ilde García
Psicoterapetuta
ildegarciachica@gmail.com
628 704 281
No hay comentarios:
Publicar un comentario