martes, 26 de abril de 2016

NO PENSAR

Hace tiempo que me vengo fijando en un tema muy curioso. LOS PENSAMIENTOS. Y no sé a estas alturas si son amigos o enemigos, si construyen o destruyen, o bien, si son sanadores o enfermizos. Lo cierto es que los pensamientos son los encargados de dirigir tu vida y os lo voy a demostrar. En febrero de 2015 reproduje en este mismo blog un pequeño cuento que quisiera rememorar. Dice así:

Dice un cuento tibetano que iban caminando dos monjes camino del monasterio. Un monje viejo, el maestro y un monje joven, el discípulo. Caminaban bajo un silencio meditativo cuando escucharon no muy lejos de allí el llanto de una mujer. Atraídos por el dolor del llanto los monjes se acercaron hasta el río donde encontraron a una mujer joven llorando desconsoladamente. El maestro se acercó y le preguntó a la mujer: -¿Por qué lloras así?- a lo que la mujer le respondió -Lloro porque mi madre está muy enferma y tengo que ir a buscar al médico, que vive en la casa que hay al otro lado del río, pero no puedo cruzarlo. Si el médico no atiende a mi madre, se morirá-. Entonces el monje viejo tomó a lomos a la chica y avanzando lentamente pero con seguridad la consiguió dejar al otro lado del río. La chica agradecida por la ayuda continuó el camino a casa del médico mientras que el maestro regresó junto al discípulo y después continuaron camino al monasterio. Tras dos horas de caminar bajo un meditativo silencio el joven discípulo le dijo a su maestro:
-Maestro, sabiendo como sabe que no debemos de tocar a las mujeres ¿por qué ha hecho eso?- Y el maestro le respondió tras un minuto de meditar la respuesta: -Yo la he cargado durante cinco minutos y tú llevas dos horas con ella a cuestas.

Las cosas que hacemos o las vivencias que experimentamos son tan efímeras como un fotón de la luz del sol, como una gota de agua de lluvia, como una molécula de aire en el viento. Pero nuestras vivencias dan sentido a nuestros pensamientos, nuestros pensamientos dan sentido a nuestros sentimientos, nuestros sentimientos dan sentido a nuestras conductas y nuestras conductas dan sentido a nuestras relaciones.

-Es decir que el discípulo de nuestro cuento vivenció un hecho que estaba prohibido, que el maestro tocara a una mujer, aunque sea por un motivo muy importante.
-Tras la vivencia se instaló en él un pensamiento que se prolonga en el tiempo "Los monjes no podemos tocar a las mujeres y mi maestro ha roto esa norma".
-Ese pensamiento le provoca un sentimiento de preocupación, de inseguridad, quizás de culpa por el maestro y se siente confundido.
-Ese sentimiento le provoca una conducta, la de dispersarse de sus deberes y de su atención al caminar en meditación.
-Esta conducta le provoca que la relación con su maestro le lleve a una lección de vida que puede que se tenga que replantear la importancia de los dogmas.

Solo cuando consigues frenar tus pensamientos
La paz llega a tu alma
IGC


Ilde García
Psicoterapeuta y profesor de taichí
T. 628 704 281
e-mail: ildegarciachica@gmail.com

Blog: http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es

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