martes, 6 de junio de 2017

DUALIDAD: MALDITA AMADA MÍA

A veces las filosofías nos confunden. Desde el taoísmo o el budismo nos dicen que hay que hablar solo lo justo, pensar lo necesario, sentir solo lo que nos llena y actuar solo cuando sea necesario; mientras que otras tendencias nos dicen que tenemos que expresar para liberar, que tenemos que sentir al máximo para expandir el corazón y para liberar la rabia y que no te guardes nada dentro. Unos dicen que tenemos que amar y otros que hay que reconocer el odio sin tabúes. A veces tengo la sensación de que el bien y el mal es un producto de marketing; incluso de que el bien en territorio del mal es el mal, y lo llamamos demagogia, falta de respeto, etc. En fin, que esto es un lío tremendo y al final uno no sabe qué debe hacer, que debe sentir o qué camino seguir para encontrarse a sí mismo. Si siento odio es malo porque me convierte en mala persona pero es bueno porque reconozco esa parte natural en mí. Si siento amor es bueno porque me uno a la humanidad y a mi mismo, pero es malo porque puedo estar engañándome a mi mismo o tapando una realidad propia. Si respeto a las personas estoy haciendo el bien, pero me pueden comer el terreno y entonces se pone en mi contra. Si un parásito se aprovecha de mi debo dejarlo correr y entender que mi prójimo tiene un problema muy grande de autoestima, pero tengo que ponerme en mi sitio y para eso necesito una dosis de soberbia, aunque sea mínima.

Ya no sé qué pensar ni a quién creer. Las religiones se convierten en un cúmulo de normas que una vez alguien inventó hace siglos y pretenden que hoy día todo siga igual. Las filosofías cambian con los tiempos y lo que hoy es bueno ayer era malo; o lo que ayer era verdad hoy ya no lo es.

Es como si todo en la vida fuese incierto incluso las verdades y eso es absolutamente cierto. Menuda paradoja. Una vez una persona me dijo "mi país es tan caótico que lo único realmente cierto es la incertidumbre y lo únicamente seguro es la inseguridad". Y estas cosas hacen que las personas desarrollen esa chispa sarcástica racional que forman parte de la cultura.

Con este artículo no he pretendido explicar nada, aclarar nada, responder a algo o sacar a relucir ninguna idea como en otros artículos, no. Solo he pretendido que el CAOS siga siendo CAOS. Pero si me permites un consejo, mírate a un espejo y dite a ti mismo: -Para seguir el caos creado por otros, ya me meto yo en mi propio caos, que al menos se qué estructura tiene. Practica el CAOSISMO, es la única religión o filosofía que tiene las normas que ti te van bien.


Ilde García Chica
Caosista experto en Ildeísmo
ildegarciachica@gmail.com
http://lamiradadelalechuza.blogspot.com.es/

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