Hace tiempo entré en un mundo desconocido para mí. Un mundo al que le tenía un respeto increíble, incluso miedo. La muerte. Esa palabra que a veces nos aterra y debido al paradigma que ocupa tendemos a negarla, desecharla incluso menospreciarla. La gente me dice a veces "todo tiene solución menos la muerte".

Yo les respondo: -no, incluso la muerte tiene solución-. Occidente esta sumergido en una cultura de racionalidad a veces extrema que hace que nos olvidemos de las 2 preguntas más universales -¿De dónde venimos? y ¿Adónde vamos?-. De hecho venimos de la muerte y regresamos a la muerte, eso si coincidiéramos en que la vida es lo que hay en medio de ambas muertes. Las culturas orientales, incluso las culturas ancestrales han rendido un respeto a la muerte como algo realmente natural incluso divino. La conexión con el Universo a través de la muerte es algo tan innato y evidente que quizás deberíamos debatir con toda naturalidad la hermosa filosofía de ésta. Lejos de la imagen de la muerte que nos llega a través del cine o de la morbosidad que nos llega a través de nuestra anticuada cultura nacional, de sacerdotes vestidos de negro con sus caras demacradas y huesudas, la muerte representa la reconexión con nuestro lado más espiritual: soltamos todo lo material que nos aferra a lo terrenal y entramos en comunión con nuestra espiritualidad más profunda. Desde antiguo, lo maestros budistas acompañaban a los moribundos, en su etapa final de la vida en la tierra, a través de un sabio proceso de integración entre el ser de la persona y su lugar en el Universo. Muchas culturas amerindias rendían un culto amoroso a la persona que estaba a punto de abandonar su cuerpo, para reconducirlo hacia lo divino. Incluso, algunos pueblos sufíes relataban, sin rencor y con mucho respeto, al difunto las cosas malas que había hecho en vida (en lugar de las buenas), con la sana intención de hacer que su alma tuviera en cuenta lo dicho por sus familiares y amigos para purificar, corregir o transformar sus actos venideros. Nuestra cultura occidental vive la muerte también con un respeto inmaculado, pero no es la forma sino el fondo lo que marca la diferencia ¿Qué hay detrás de la vida según nuestra cultura? Algunos opinan que nuestra vida llega al fin y acabamos en la "nada"; algo parecido a los antiguos vikingos cuando sus
drakkars caían por las cataratas del final del océano, al abismo de la "nada universal". Sin embargo, lo que ha unido a la humanidad en torno a la muerte, es que tras la vida todos vamos a reunirnos al Reino de los Dioses que nos corresponde, según la filosofía que nos toca vivir. En definitiva, todo tiene solución, incluso la muerte.
¿Qué hay después de la vida? Mucha gente me lo pregunta y no soy teólogo, ni religioso, ni filósofo, ni tanatólogo. Yo no sé nada sobre la muerte. Yo no soy el más indicado para responder a esta pregunta porque ha veces me digo a mí mismo: -¿Y si todos estuviéramos equivocados y luego es algo completamente diferente a lo que nos han enseñado? ¿Y si nadie tuviera razón? ni cristianos, ni budistas, ni musulmanes, ni judíos, ni amerindios, ni mayas, ni egipcios, nadie-. Sí, supongo que sería poner en tela de juicio una sabiduría ancestral y universal. Pero para eso está la filosofía, para hacerse preguntas sin esperar una respuesta. A veces es mejor quedarse sin respuesta que una contestación partidista y absurda. Pero que nadie se asuste, solo es una simple pregunta personal que no pretende tirar por tierra ninguna idea filosófica.
Lo único que hasta ahora me ha enseñado la muerte es, que tras la pérdida de un ser querido, nos invade una sensación de abandono increíble, un vacío existencial o un derrumbamiento de las estructuras internas. En muchos casos personales va acompañado de complejos como la culpa o la responsabilidad. Y es que cuando alguien importante en nuestro entorno cruza el paso de la vida a la muerte, a veces no importa a dónde va el alma del difunto, si ya no está con nosotros.
Como decía un amigo mío y filósofo de tabernas, la vida es una peligrosa aventura de la que no saldremos vivos de ella. Humor negro :-)
Ilde García
Psicoterapeuta y Nutricionista
Colaborador Instituto AMI y Centre positiva-Ment
T. 628 704 281