miércoles, 4 de junio de 2014

UN ENEMIGO LLAMADO DOLOR

El dolor, ese enemigo público con el que nadie desea encontrarse. El dolor no es fácil de definir ya que es una sensación incómoda y muy desagradable, por la que pasamos como consecuencia de un hecho o reacción. Y permitidme que os diga algo aunque me llaméis masoquista, pero a veces es necesario por muchos motivos. Tengamos en cuenta que el dolor, al igual que las patatas, se mide a kilos. No es lo mismo una molestia, que un dolor, que una contractura o que un pinzamiento.
  • El dolor se manifiesta cuando hacemos un sobreesfuerzo al mover muebles en casa, al trabajar levantando pesos fuertes o en la mayoría de trabajos físicos. Aquí se pone de manifiesto el dolor físico.
  • El dolor se manifiesta tras un choc emocional a causa de una mala noticia repentina que nos a cogido desprevenidos, como el fallecimiento de un ser querido, la ruptura de una pareja o el enfado debido a problemas familiares cercanos. Aquí se pone de manifiesto el dolor emocional.
  • El dolor se manifiesta tras el autoenfrentamiento psicológico que vivo en un proceso psicoterapéutico o de crecimiento personal. Aquí se pone de manifiesto el dolor psicoemocional.
A este último le vamos a hacer una mención especial. El dolor se manifiesta tras el autoenfrentamiento psicológico que vivo en un proceso psicoterapéutico o de crecimiento personal. Muchas son las personas que pasan por la consulta de un psicoterapeuta porque se sienten mal, deprimidos, sin fuerzas, sin ánimos, sin una salida evidente en su vida, etc. El proceso a veces no es fácil, es doloroso y en algunos casos hasta traumático. Siempre intento convencer a los pacientes que no han de ver al dolor en estos casos como la repetición de un sufrimiento sino como una expresión de liberación. MEJOR FUERA DE DENTRO. Y es que el dolor que se instaló en el pasado no duele como tal sino que se manifiesta en forma de síntomas. En el momento de moverlo de ese lugar para sacarlo al exterior, que se encuentra de bien como un marqués, es cuando lo padecemos como dolor. Repito, MEJOR FUERA QUE DENTRO. Nunca sabemos como se puede desarrollar ese dolor y que enfermedad nos tiene preparada, aunque ya me haya acostumbrado a vivir con ese síntoma que me ofrece.
Dicho de esta manera puede parecer que un paciente viene a una sesión de psicoterapia a sufrir y NADA MÁS LEJOS DE ESO. Un paciente viene a una sesión de psicoterapia a liberar esa carga emocional, que hace que no pueda conducir su vida con plena libertad. Pero el proceso requiere de trabajo, tiempo y paciencia con uno mismo.
 
No le tengas miedo al dolor psicoemocional y quítatelo ya de dentro.
 
Que tengas un buen día, sin dolor.
 
Ilde García
Psicoterapeuta y Nutricionista
Colaborador Instituto AMI y Centre positiva-Ment
T. 628 704 281

No hay comentarios:

Publicar un comentario